Consejos de Stephen King para escribir
De su biografía titulada Mientras escribo, he extraído estos tips para escritores, muy útiles por si buscas ser escritor o quisieras mejorar tu producción narrativa.
Consejos de Stephen King para escribir:
- Para ser escritor hay que escribir (parece obvio, pero no lo es).
- Los rechazos son, hasta cierto punto normales, en los inicios de la carrera de los escritores.
- Lee mucho, sobre todo narrativa. En la buena literatura están los recursos literarios que podrían servirte.
- Practica la escritura todos los días, aunque no tengas ganas.
- Es un mito que los escritores escriben mejor con una botella de vino al lado o alguna droga.
- Las ideas de los relatos están contigo, en tus vivencias, en tu entorno. Agárralas y llévalas a tus relatos.
- Nunca tires o borres del ordenador esos relatos que no avanzan o creas que son basura. Guárdalos. Déjalos descansar, revísalos después y corrígelos. Probablemente, todos, o algunos de ellos se convertirán en best sellers.
Detalles de los consejos de Stephen king para escribir
Para ser escritor hay que escribir
Los rechazos son, hasta cierto punto, normales en los inicios de la carrera de los escritores
Volvió [el texto] a las tres semanas con una nota estándar de devolución, donde figuraba el perfil inconfundible de Alfred Hitchcock impreso en tinta roja y un texto breve deseándome suerte con el cuento. También había un mensaje escrito a mano y sin firmar, que es la única respuesta personal que recibí [...] en más de ocho años de envíos periódicos. «No grapar los originales —rezaba la posdata—. El envío correcto es en páginas sueltas con clip». Me pareció un consejo bastante frío, pero no carecía de utilidad. Desde entonces no he vuelto a grapar ningún original.
Al recibir la nota de rechazo [...], clavé un clavo en la pared (...), escribí «Happy Stamps» en la nota y la enganché en el clavo. [...] Cuando tuve catorce años (...), el clavo de mi pared ya no aguantaba el peso de todas las notas de devolución que había ido acumulando. Lo sustituí por uno más largo y seguí escribiendo.
A los dieciséis ya había recibido algunas notas con mensajes a mano un poco más alentadores que el consejo de no grapar y usar clips. La primera de las notas esperanzadoras era de Algis Budrys, a la sazón director de Fantasy and Science Fiction, que leyó un cuento mío titulado «La noche del tigre» [...] y escribió: «El cuento es bueno. No está en nuestra línea, pero es bueno. Tiene usted talento. Envíenos más cosas».
Sólo eran cuatro frases cortas garabateadas con una pluma que manchaba mucho, pero alegraron el triste invierno de mis dieciséis años.Unos diez años más larde, cuando ya había vendido un par de novelas, descubrí «La noche del tigre» en una caja de originales viejos y consideré que seguía siendo un relato muy digno, aunque se notara que lo había escrito un principiante. Entonces lo reescribí y me di el capricho de volver a enviarlo a F&SF. Esta vez, lo aceptaron. He observado que, cuando ya has tenido un poco de éxito, las revistas recurren bastante menos a la fórmula «No está en nuestra línea».
Lee mucho, sobre todo narrativa.
Practica la escritura todos los días, aunque no tengas ganas
Cierra la puerta a las distracciones
Yo trabajo con la música a tope (siempre he preferido el rock duro, tipo AC/DC, Guns’n Roses y Metallica), pero sólo porque es otra manera de cerrar la puerta. Me rodea, aislándome del mundo. ¿Verdad que al escribir quieres tener el mundo bien lejos? Claro que sí. Escribir es crearse un mundo propio.
Como bien lo dice él, solo usa la música como una forma de aislarse del mundo exterior y así poder escribir mejor.
Si tú, al igual que Stepehn King, te gusta la música, bueno, entonces usa la música como una forma de cerrar la puerta.
Ahora es fácil tener en nuestra computadora o celular archivos de música mp3 de cualquier ritmo. Repróducelos y aíslate del mundo y escribe. Usa esta manera para cerrar la puerta, como lo hace King.
Pero si la música en lugar de hacerte más creativo te distrae, mejor ponle stop, y busca otras formas para cerrar la puerta cuando escribas.
En resumen, este uno de los consejos de Stephen King para escribir:
Cuando escribas, aíslate de las distracciones, cierra la puerta.
Es un mito que los escritores escriben mejor con una botella de vino al lado o alguna droga
Las ideas de los relatos están contigo, en tus vivencias, en tu entorno. Agárralas y llévalas a tus relatos.
Bizqueó a propósito, me sacó la lengua y vi que la tenía verde de tanto pegar sellos. Entonces pensé que estaría muy bien poder fabricarlos en el sótano de casa. Había nacido el relato «Happy Stamps». Lo crearon al instante la ocurrencia de falsificar Green Stamps en el sótano y la imagen de la lengua verde de mi madre.
Nunca tires o borres del ordenador esos relatos que no avanzan o creas que son basura.
Guárdalos.
Déjalos descansar, revísalos después y corrígelos. Probablemente ese relato se convertirá en un best seller.
Entre los consejos de Stephen King para escribir está precisamente el de no tirar tu texto al cesto de basura o lo borres del ordenador porque creas que no sirve.
Hubo que esperar al inicio de mi carrera de profesor para que me sentara una noche y pusiera manos a la obra. Empecé por un borrador de tres páginas a un solo espacio, pero me gustaba tan poco que las arrugué y las tiré a la basura.
Les veía cuatro pegas. La primera y menos importante era el hecho de que el argumento no me despertara ninguna emoción. La segunda, algo más importante, era el hecho de que no me cayera muy bien la protagonista. Carrie White me parecía obtusa y pasiva, una víctima fácil.
Las demás niñas le tiraban tampones y compresas, coreando «¡Que lo tape! ¡Que lo tape!», pero me daba igual. La tercera pega, en orden creciente de importancia, era no sentirme en mi terreno ni con el entorno ni con mi reparto exclusivamente femenino. Había aterrizado en el Planeta Hembra, y para recorrerlo no me servía de mucho una antigua visita al vestuario femenino del instituto de Brunswick. Siempre he escrito más a gusto cuando ha sido un acto íntimo, con el erotismo de dos pieles en contacto. Carrie me daba la sensación de llevar un traje de neopreno y no poder quitármelo. La cuarta pega, y primera en importancia, fue darme cuenta de que la única manera de sacarle partido al argumento era escribir un relato bastante largo (...). Recelé de perder dos semanas elaborando una novela corta que ni me gustaba ni podría venderse. Solución: tirarla a la basura.
La noche siguiente, cuando volví del colegio, el borrador estaba en poder de Tabby (esposa de King). Lo había visto al vaciar la papelera, había limpiado de ceniza las páginas arrugadas, las había alisado y se había sentado a leerlas. Expresó su deseo de que acabara el relato. Yo alegué que no tenía ni puta idea sobre las niñas de instituto, y dijo ella que me ayudaría. Tenía la cabeza un poco inclinada, y sonreía de aquella manera tan mona.
—Tiene posibilidades —concluyó—. Lo digo en serio.
Y tuvo muchas posibilidades.
Yo seguía de pie al lado de la puerta, mirando el dormitorio del fondo del salón, con la cuna de Joe. Pagábamos noventa dólares de alquiler al mes, y un hombre a quien sólo había visto en una ocasión me comunicaba que me había tocado la lotería. Se me doblaron las piernas. No es que me cayera, pero me quedé sentado en el suelo.
Taby miró por encima de mi hombro, contempló (como yo antes) nuestra mierda de pisito y rompió a llorar.
Hasta aquí los consejos de Stephen King para escribir.
Creo que te serán de gran utilidad.
Un placer el haberte hallado que mas te puedo decir saludos desde Miami
ResponderBorrarMás complacido estoy yo por haberte encontrado. Me metiste en tus palabras, en tu narrativa, en esa forma de escribir tan tuya... Por algo tienes tantos seguidores. Desde ahora estarán tus posts a mi alcance... Por cierto ya tengo el gusto de tener contacto con dos escritoras argentinas: tú y Malala, quien pasó por uno de mis talleres de creación literaria y, ahora, ya vuela sola, como debe ser... Saludos desde México.
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